La ruptura de pareja es muchas veces vivida como si de una muerte se tratara, no es lo mismo que te dejen a ser dejado, tener hijos o no con esa pareja, los años que habéis pasado juntos, experiencias vividas, el motivo de la ruptura, etc.
Todos estos factores influyen en la forma en la que afrontaremos este cambio en la vida.
En ocasiones es importante buscar ayuda cuando existen dificultades para aceptar la realidad de los hechos, cuando es difícil gestionar el dolor, la culpa u otras emociones asociadas a la pérdida y por supuesto para volver a reconducir nuestra vida y darle un nuevo sentido a nuestro camino.
El amor es un sentimiento maravilloso que todo ser humano busca experimentar, pero cuando ese amor se torna doloroso, y te sientes incapaz de renunciar al otro has desarrollado dependencia emocional.
Cuando dejamos de pensar en nosotros para pensar constantemente en nuestra pareja, cuando no puedes alejarte, lo apartas todo, niegas tus emociones, sientes desconfianza y sientes miedo de perder a esa persona que tanto crees que amas, te das cuenta que estás enganchado a una droga que es y será perjudicial para tu salud.
Sentir celos es hasta cierto punto normal, pero cuando afecta a tu vida y a la de tu pareja ese sentimiento de inseguridad y desconfianza pasa de ser un sentimiento natural a un problema e incluso a una enfermedad.
Los celos pueden llegar a ser una tortura (sentirse amenazado por terceras personas, revisar móvil y redes sociales, sospecha de engaños, necesidad de preguntar y controlar, analizar comentarios, gestos y miradas, no entender por qué hace planes sin contar contigo…) algunas personas no le dan la importancia que se merecen porque prefieren justificar sus acciones pensando que es “amor”, lo que en realidad es miedo al abandono, sentimiento de inferioridad, paranoia, dependencia, baja autoestima y percepción distorsionada de la realidad.
Por todo esto es importante intentar resolver los problemas de fondo que hay detrás de esta actitud obsesiva.