Nuestra personalidad no es más que la manera en la que se organiza nuestro carácter, nuestro temperamento, intelecto y físico y cómo lo adaptamos a nuestro ambiente. En ocasiones percibimos cómo el comportamiento de algunas personas se aparta de las expectativas de la sociedad consideradas comunes e incluso llegan a ocasionar malestar o perjuicios, incluso algunas veces se llega a desarrollar psicopatología. Un estilo de pensamiento peculiar que causa gran sufrimiento y al mismo tiempo repercute en las relaciones sociales en forma de conflicto. La terapia puede ayudar a hombres y mujeres a sentirse identificados con sus emociones y modificar algunas creencias desadaptativas, trabajar para conseguir una mayor flexibilidad, para una adaptación, para romper círculos viciosos contraproducentes y para fortalecerse ante la presión social logrando mejores relaciones y mayor bienestar.