Existen numerosas formas de maltrato infantil a las que podemos poner un nombre(abuso sexual, maltrato físico, bulling…), pero no debemos olvidar, que cualquier acontecimiento traumático que deje huella en un menor, puede ser considerado también, una forma de maltrato.
Además de trabajar sobre la prevención, es de notable importancia, trabajar sobre sus consecuencias emocionales, para reducirlas al máximo, evitando la aparición de futuras patologías.
Desde el punto de vista psicológico, se puede estimular todo aquello que pueda actuar como protección como tener una buena autoestima y habilidades sociales, ser estable a nivel emocional o tener buenas estrategias de afrontamiento frente a los avatares de la vida. Si el maltrato, ha dañado el plano personal, social y emocional del niño, resulta de vital importancia, la actuación sobre estos tres campos, por medio de la psicoterapia.
