Algo tan simple como relacionarse con otras personas puede resultar un desafío enorme en ciertos casos, generando una ansiedad excesiva ante las realidades más cotidianas y afectando a distintos ámbitos y situaciones (como la familia, a la hora de hacer amistades, proponerse retos, aprovechar oportunidades, etc.). Para desenvolvernos con éxito en el día a día sería bueno contar y dominar ciertas técnicas de comunicación. Nos referimos a saber expresar nuestros sentimientos, a saber hacer y recibir críticas, defender nuestros derechos, saber decir que no, pedir cambios de comportamientos, etc. Así como saber adaptar estas habilidades tanto verbales como no verbales a situaciones concretas (una entrevista de trabajo, relacionarnos con personas desconocidas, hablar en público, etc.).